La producción de miel se remonta a la época de los egipcios y las civilizaciones mediterráneas. Entre los años 8000 y 4000 antes de Cristo, la miel fue un alimento primordial en las culturas primitivas, de hecho se observan en las pinturas rupestres, en grabados y relieves encontrados en tumbas bajo las pirámides de 3500 AC.

¿Por qué la miel era el alimento de los dioses?

En el antiguo Egipto se creía que cuando el dios del sol Ra lloraba, sus lágrimas se transformaban en abejas al tocar la tierra. Para los egipcios la miel era más que un alimento porque lo utilizaban para medicina, ritos funerarios, como ofrendas religiosas, para alimentar y cuidar a sus hijos.
Para los griegos la miel era considerada parte de una dieta para alcanzar una espiritualidad profunda. En la mitología griega, es el alimento de los dioses, del símbolo del conocimiento y la sabiduría.

Los grandes profetas del mundo se refieren a la miel en los libros sagrados como la representación de la dulzura, la justicia, la virtud y la bondad divina. El Corán habla en términos sagrados de las abejas y de la miel: »La miel es el primer beneficio que Dios dió a la tierra». En el Corán hay una Sura que se llama «Las Abejas», en ella, «Dios dice: sepan los hombres que en el vientre de las abejas se produce un líquido que sirve para curar».

En las civilizaciones incas y aztecas de América, desempeñó gran importancia en las ceremonias y rituales de la purificación.

“Las abejas tienen que volar hasta 150 kilómetros y visitar más de dos millones de flores, para recolectar el néctar suficiente para producir  un kilo de miel”