El monocultivo ocupa amplias zonas de la Tierra. Solo una parte de esas tierras corresponde a cultivos leñosos, pero son millones de hectáreas. Es en esas tierras donde es posible intercalar plantas aromáticas que proporcione alimento a las abejas, creando nuevos hábitats para ellas.
Los olivares son un firme candidato para esa práctica, las 200000 hectáreas de cultivos ecológicos son un amplio espacio para el desarrollo de la abeja.
Es como en los comienzos de la automoción, cuando había 800 pioneros diseñando coches aunque a la postre solo 50 acabaron desarrollándolos. Hay pioneros diseñando olivares de miel en España, plantaciones donde hay setos de aromáticas entre las hileras de olivos que producen aceite, miel y aceites esenciales. Estos pioneros han llegado a la misma idea por caminos independientes, coincidiendo casi en el tiempo.
Por evitar perjudicar la aceituna, por inercia, por la razón que fuese.
El caso es que con separaciones de 10, 12 y 14 metros entre olivos no es tan evidente que plantar algo en medio dañe la aceituna. Hasta hace no mucho en buena parte de España se plantaban vides entre los olivos, como puede verse hoy día en Villafranca de los Barros (Badajoz). Ahora se está probando ahora con azafrán, lavanda, etc.
Las buenas intenciones no bastan. Hace falta demostrar que el cultivo intermedio no perjudicará la aceituna, tres años se dan la mayoría de los innovadores para certificar su avance, tres años de pruebas y experimentaciones. Algún agricultor dijo “yo quiero comprobarlo durante veinte”, lo cual no es desacertado para evitar sustos.
Los diseñadores de olivares de miel están probando la idoneidad de sus modelos antes de popularizarlos. Después, 2.5 millones de hectáreas de olivar son susceptibles de beneficiarse de los avances que se produzcan.
El diseñador más veterano es la Asociación Alvelal (Sureste de España), uno de cuyos miembros plantó en diciembre de 2017 setos de aromáticas entre olivos aunque la idea en la Asociación viene de antiguo. Alvelal es un nutrido grupo de personas, vinculadas a múltiples instituciones, nacionales y extranjeras, que desean recuperar el paisaje a 20 años vista, incentivando actividades económicas sostenibles.
El siguiente diseñador en el tiempo es quien suscribe estas líneas. Allá por 2014 – 2015 diseñé una dehesa de miel y dos subtipos, el viñedo de miel y el olivar de miel. Para mi sorpresa fue el olivar y no el viñedo quien como sector empezó a apostar por estas nuevas ideas en numerosas publicaciones (Almaceite, Oleorevista, Aovero, Greenpresscomunicación, Miel adictos, Vida Sana, etc). Rara avis, la prensa ha hecho de promotor de nuevos desarrollos y ha influenciado en empresas del sector que han pasado a la iniciativa.
Ahora y gracias a la iniciativa de los apicultores mantengo como paisajista relaciones con particulares e instituciones de la Comunidad de Madrid que apuestan por testear el olivar de miel para ver sus posibilidades, si bien todavía no se han producido plantaciones. El grupo operativo que los representa se llama “Olivares de miel” y acaba de constituirse, está compuesto por apicultores, tres olivicultores ecológicos, la Unión de Cooperativas Agrícolas Madrileñas, el Imidra, la UPA (Unión de Pequeños Agricultores, 80.000 miembros), y quien suscribe. Probaremos sobre una base – 70% – de lavanda y romero, el resto serán otras aromáticas.
El tercer diseñador es un pequeño gigante, Diverfarming. Esta network europea con sede en Murcia recibe un mandato de la Comisión Europea para favorecer el policultivo y lograr un mayor aprovechamiento de las tierras, al tiempo que se lucha contra el cambio climático moderando los ecosistemas. Está haciendo, entre otras, una prueba de lavanda entre olivos en Jaén, con la particularidad de que la explotación usa herbicidas por lo que su atención se centra en los aceites esenciales no en la miel. Hace poco reunieron a un significativo elenco de productores jienenses para proponerles el policultivo en olivares.
También hay empresas punteras como Castillo de Canena (Jaén), que primero han plantado aromáticas en los lindes y después entre los olivos, en la zona ecológica y biodinámica.
Igualmente hay pequeños y medianos agricultores aquí y allá que desean experimentar con la lavanda. La lavandamanía hace que se eche en falta investigar sobre el romero y otras aromáticas respecto al olivo.
Por último hay un gran innovador, Olivares Vivos (SEO Birdlife, Jaén), que ha plantado en lindes, arroyos, herrizas y caminos de los olivares pero que ahora está estudiando, mediante su participación en un programa de cobertura vegetal de olivares, la implantación de aromáticas en tales coberturas.
Poco a poco se irán sumando más diseñadores para crear un paisaje nuevo.
El olivar de miel tiene una serie de ventajas.
Produce más con la mismo terreno, en otros países puede suponer una ayuda alimenticia fundamental. Hoy día se produce alimentos para toda la Humanidad pero 821 millones siguen pasando hambre, con el policultivo, ¿en qué medida se reduciría esa cifra?. El bosque humanizado que es el olivar, con su gran extensión, constituye una punta de lanza para conseguir esos cambios.
Respecto a la tierra, cualquier productor de vino tiene a gala hablar de las bondades de su terroir, pero si está en pendiente tiende a perderlo poco a poco con las lluvias. Lo mismo pasa con el olivar. Hay pantanos colmatados en zonas olivareras.
Si en el olivar de miel las aromáticas se plantan de forma paralela a las líneas de cota a modo de bancales, hacen un efecto barrera contra las inundaciones y favorecen la infiltración de agua, al tiempo que evitan la pérdida de tierra fértil.
Se pueden entonces mitigar los efectos de las inundaciones en zonas de cultivos próximas a las localidades, y en particular junto a los ríos que es donde vive la mayor parte de la población.
Hace falta una fundación de paisajismo sostenible para diseñar barreras verdes de policultivo en amplias extensiones agrarias, con objeto de minimizar las inundaciones en las poblaciones y también los efectos de la erosión.
Otra ventaja del olivar de miel es la estética. La belleza atrae a la gente, y además se paga por esa belleza.
El policultivo capta mucho CO2 por la presencia de arbustos, y además es un lugar para que vayan los escolares a aprender buenas prácticas sostenibles.
¿Qué más ofrece un olivar de miel? El arquitecto César Manrique trató de establecer un diálogo entre la plaza y el mercado cuando diseñó el centro comercial La Vaguada, en Madrid. Reservó unos lugares de reunión, donde sentarse y departir, en los que no se vendía nada. Pretendía ser un ejemplo para los innumerables centros comerciales que estaban a punto de construirse. El paso del tiempo le mostró una reducción de la plaza en beneficio de las tiendas, y la nula imitación por parte de otros centros comerciales.
¿Qué ofrecen las 2.5 millones de hectáreas de olivar?
¿Lugares de encuentro? Hay catas para pasar el día, paseos a caballo, observación de aves. El olivar de miel ofrece además más belleza, olores, colores. Si las aromáticas tienen floraciones consecutivas durante seis meses se estará ofreciendo una cromaticidad cambiante y atractiva, algo así como un valle del Jerte semestral, y eso puede significar turismo hotelero o de restauración.
No se enseña paisajismo sostenible a gran escala en ninguna parte del mundo. Donde se puede ver alguna iniciativa es en la Provenza, la Toscana, Eslovenia, Croacia, y quizás Holanda, un Grand Tour como el del que hablaban los jóvenes británicos de la época victoriana.
Conciliar flujos de flora y fauna con actividades humanas a esa escala es un reto de futuro.
Geografía de la innovación. Los diseñadores se reparten por doquier preparando en sus talleres los modelos de olivar que quieren ofrecer. Las buenas prácticas son más aconsejables que nunca. Detrás del olivar hay 500000 hectáreas de almendros, etc.
fuente: abejas.org