Patrimonio de la comunidad
“La idea nos encantó de inmediato porque vimos en seguida su valor de innovación. Y, lo que es más, compartimos su propósito de dar a conocer al público el mundo de las abejas y la tradición de nuestra actividad, que no están en conflicto con la tecnología”, comenta el apicultor Juan Ignacio López.
El proyecto de Las Corchas cuadra a la perfección con la misión del grupo, que apunta a integrar las centrales de fuentes renovables en las economías locales. Inmaculada Fiteni, responsable de Sostenibilidad de Endesa, aclara el concepto: “Incorporar actividades tradicionales y productivas en los sitios donde se produce energía es una característica común de nuestras plantas solares, lo que crea un valor añadido a la comunidad local. No se compite por el uso del suelo, sino que se comparte. En la crianza solar de abejas de Las Corchas participan el gobierno local de Carmona, algunas asociaciones y empresas del lugar: todos juntos con el objetivo de hacer de esta planta un patrimonio de todos”.
Una finalidad social
La “miel solar” que se produce en la central está destinada a las comunidades locales de Carmona y a las monjas del convento de la ciudad, que la utilizan para producir dulces artesanales. Los ingresos procedentes de la venta de estos productos se utilizarán para financiar actividades de utilidad social. Además, la miel será empleada por un panadero local, que no solamente la venderá directamente al público, sino que también la utilizará para preparar un pan especial. Las etiquetas y el embalaje de este producto han sido diseñados por una asociación de personas con discapacidad de Carmona, que ya había colaborado activamente en la construcción de la central fotovoltaica. Así, toda la comunidad local participará en el proyecto y también podrá conocer la miel producida gracias a los paneles fotovoltaicos de Las Corchas.
Eficiencia energética y sostenibilidad
La crianza de abejas está incluida en el ámbito de nuestras actividades de experimentación agrovoltaica, dirigidas a combinar el uso sostenible del suelo y la protección de la biodiversidad en las plantas solares. El objetivo es identificar actividades agrícolas y zootécnicas que puedan coexistir con los paneles fotovoltaicos sin modificar excesivamente su disposición, para limitar los costes y mantener la productividad. Al favorecer un empleo diversificado del suelo y mejorar los servicios del ecosistema, apostamos por construir valor compartido para la comunidad local, a través del intercambio entre los actores interesados. Un ejemplo de colaboración inteligente con el territorio donde las energías renovables no le quitan espacio a la agricultura. Asimismo, también se trata de un proyecto de economía circular que ilustra claramente la idea de un futuro en que el desarrollo sea sostenible y respetuoso con las actividades y tradiciones locales. Un principio que Enel Green Power pone en práctica en todas sus centrales de fuentes renovables.
Fuente: www.enelgreenpower.com