«Preocupa otro nuevo caso de mortandad de colmenas en Córdoba»

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«Preocupa otro nuevo caso de mortandad de colmenas en Córdoba»

Estamos en Infomiel.com dialogando con Federico Luis Chicco, uno de los productores afectados por la mortandad de colmenas en Porteña, en el noreste de Córdoba, y con el ingeniero Gabriel Vairolatti. ¿Qué fue lo que pasó, Federico, cómo sucedió todo, cómo te enteraste, cómo tomaste esta horrible noticia?

En realidad, la temporada recién estaba comenzando porque era la primera semana que salía a incentivar y a curar y estaba tratando de hacer tres colmenares. Cuando llego a ver los otros colmenares, apenas me bajo del auto, ya sentí el olor a abeja muerta y vi lo que muestran las primeras imágenes: un colchón de abejas muertas en el piso y abejas muertas dentro de la colmena. Fue impresionante; después, Gabriel les va a contar. Destapo las colmenas para ver si había crías adentro —yo todavía no las había incentivado, y estaban muy lindas con el tema de la mostacilla que hay en las banquinas— y las vi. Uno quiere pensar enseguida que es un caso aislado que me tocó a mí, nada más, pero son cincuenta o sesenta colmenas, y ya las vamos a reponer. Se me ocurrió hacer los videos y, cuando salgo de ese lugar, llamo a otro colega, a Gabriel Bertero, un productor que tiene también alrededor de doscientas cincuenta colmenas muertas, que me dice que tenía el mismo problema. Él pensó lo mismo que yo, que era un caso aislado, que las podrían haber envenenado.

¿A qué distancia está Gabriel de tus colmenas?

El primer lugar que encuentra Gabriel estará a unos diez kilómetros de este. 

O sea que el radio es amplio.

Sí, es amplio, serán seis o siete kilómetros de circunferencia alrededor del pueblo.

¿Cuánto tiempo hacía que habías ido a visitar tus colmenares? ¿Cuándo fue la última vez que los viste?

Hacía quince días que había ido al primer lugar que encuentro con las abejas envenenadas.

Quince días atrás. ¿Y coincidió con algún hecho especial, con alguna siembra?

Bueno, Gabriel te va a explicar bien, pero estaban muertas desde hacía cuatro o cinco días. Este año en particular, están sufriendo mucho con el pulgón y están fumigando prácticamente cada quince días. No sé si eso tiene que ver; la verdad es que yo no conozco el tema, y ahora, hace aproximadamente una semana, arrancó la siembra de maíz.

Permitime, entonces, hablar con Gaby Vairolatti. Gaby, fuiste desde San Francisco, acompañaste a Federico Chicco, viste los otros apiarios. Me gustaría tu análisis, ya que sos productor, venís de una familia de apicultores de toda la vida, sos ingeniero agrónomo y tenés una visión muy amplia sobre el tema.

Sí. Cuando vi los videos, lo llamé a Federico y me dijo que el problema era un poquito más grave, así que fui hasta ahí. La verdad, es catastrófico: estamos hablando de cuatro productores comprometidos y, como bien dice Federico, de un radio de ocho a diez kilómetros de colmenares, de los cuales hay casi ocho o nueve colmenares comprometidos. El tema pasó a mayores: no fue una fumigación aislada como las que yo suelo ver. Llamé a un productor y le pedí que viniera para diagnosticar el problema, y no es una fumigación con un patrón común. En varias oportunidades, a mí me tocó ir a ver un lote de colmenas fumigado: buscamos la huella de la fumigadora, qué día pasó el avión, con qué producto se fumigó, si el viento coincide para el lado del colmenar, y cerrás el caso. Ahí hay una pérdida, una mortandad, pero no siempre llega al ciento por ciento del colmenar como ayer, con la abeja muerta dentro de la colmena.

¿Encontraste alguna explicación de lo que pudo haber sido, Gabriel?

Hay varias hipótesis. Todavía no está claro; no puedo decir cuál producto fue.  Tenemos varias sospechas: una de ellas es que el sábado llovió dieciocho milímetros en la zona; el domingo se descansó; el lunes arrancó la siembra de maíz; el martes estuvieron sembrando y ayer también sembraron. La mortandad de las abejas data de dos días, o sea que comenzaron a morir entre martes, miércoles y jueves. Yo fui el viernes, y se notaban abejas en estado de parálisis, abejas con problemas de envenenamiento que vuelan alrededor de un eje. Este es un parámetro.

¿La siembra de maíz podría ser el parámetro o el denominador común?

Es el denominador común. Digamos que sí. Estuve hablando con técnicos de la zona, con ingenieros agrónomos que hacen la receta fitosanitaria en el área, y ellos me hablan del pulgón, pero el pulgón siempre se fumiga antes de la lluvia; nunca se fumiga después porque una lluvia lo mata. Por lo tanto, en cultivos como alfalfas, sobre todo alfalfas establecidas como hay en la zona de Federico, se fumiga antes de la lluvia; nadie va a fumigar al pulgón después de la lluvia. Esa es una razón y además, por otra parte, tengo una hipótesis: pudo haber sido la fumigación con productos como el famoso Fipronil.

Gabriel, pero un amigo en común, Ángel del Bel, me comentó que el Fipronil tiene un alto poder residual.

Claro, la alternativa es que yo no encuentro un lote fumigado, debido a la distancia y el radio que abarca. Tiene que haber sido más de un lote fumigado con Fipronil y, por otra parte, el Fipronil está indicado para la hormiga: en particular, la hormiga portadora, y, sobre todo, para la tucura.

No para el pulgón.

En primer lugar, no para el pulgón en cultivos de trigo ni de maíz y, en segundo lugar, no está indicado para la isoca grasienta ni para el llamado gusano de suelo. Dejame que te comente otra cosa que descubrimos en el medio de los colmenares que están al este de Porteña. Existen dos colmenares muy comprometidos, distantes tres o cuatro kilómetros uno del otro, y hay un colmenar —si no recuerdo mal— de veinticinco colmenas de otro productor en el medio, que no presentaba casi ningún daño (solo un daño de uno o dos por ciento). Este colmenar tenía un poquito de abeja muerta en cada piquera, y es el único colmenar que no presentaba daño. Tenía agua fresca de una pileta; es más, estaba roto el flotador, y el agua chorreaba, o sea que el agua era bien fresca en ese colmenar. Por un lado, es otra hipótesis que me imagino. Por otro lado, yo sigo pensando en que hoy el productor compra la semilla y ya viene curada con un producto del laboratorio de donde sale. Este químico es un neonicotinoide. Hay bibliografías muy creíbles que hablan sobre la siembra de maíz y la dispersión de este producto durante los días de siembra. Esto lo habíamos visto en 2009 cuando viajamos a APIMONDIA, donde se escucharon los primeros rumores de que un bufete de abogados había logrado prohibir el neonicotinoide en Italia, y ya hablaban del maíz, de la siembra del girasol. Lo que quiero decir es que ya no fumigamos porque la semilla viene curada, y seguimos teniendo los mismos problemas que si fumigáramos con esos productos.

Federico, ¿se pueden tomar muestras y llevarlas al SENASA para saber qué sucedió?

Ayer por la mañana, vino el SENASA, pero lo que están buscando ellos es, más que nada, que no sea una enfermedad de las abejas lo que las mató. Es más que evidente que no es una enfermedad. Se han llevado doscientas muestras de varroa y una de tóxicos; no es muy esperanzador, pero, por lo menos, vinieron.

Dejame decirte que todos los productores involucrados son profesionales, como es el caso de Federico. Yo no vi una cámara por el volumen de abeja muerta, no vi un núcleo muerto, no vi un enjambre muerto. Lo que vi es una cadena de abejas en producción muertas, con una línea de abeja excelente, con alimentación, con curación, con trabajo y digo lo mismo en nombre de los otros productores.

Gaby, para descartar, pregunto si viste algún trabajo en común de los cuatro apicultores que pudiera haber causado ese efecto que tenemos.

Según lo expresado por ellos, no hay ningún trabajo en común, no se compró alimento en común en ninguna parte, y todo data de la misma fecha. Aunque hayan comprado el alimento, ¿todos curaron y alimentaron en el mismo momento? Hasta te puedo decir que la abeja murió en la misma hora; bueno, no sé si en la misma hora, pero en el mismo día. Hay muy poca diferencia.

Claro, eso rebatiría un poco el argumento del SENASA, que busca una enfermedad. 

Pueden buscar todo lo que quieran, pero el camino no está por ahí.

Federico, no quiero hacer cifras, pero ¿en cuánto has visto diezmado el porcentaje de colmenas?

Tendríamos que hablar de un treinta por ciento o un poco más.

Por lo que se ve en el video que subiste, eran colmenas que, por estar en arranque de temporada, estaban óptimas.

Para decirte la verdad, estaban mejor que nunca; en particular, la zona alrededor del pueblo es la mejor. Otras áreas son un poco más complicadas.

Federico, ¿se acercó a vos algún funcionario municipal? ¿Alguien de producción? ¿De bromatología? ¿Alguien de Porteña se contactó con vos? Conocemos Porteña: salís a la calle y te cruzás con toda la gente todos los días porque es pequeño, sin desmerecer, pero ¿es así o no?

En realidad, nosotros tuvimos que contactarnos porque a pocos les importa el tema de las abejas.

Es una pena porque es una zona que ha sido y continúa siendo muy importante.

Sí. Te cuento que, cuando yo arranqué hace dieciséis años, acá había por lo menos veinticinco apicultores, y quedamos cuatro o cinco. Eso es para que veas la importancia que nos dan a nosotros. Quiero agregar que las muestras se van a enviar a través de la Municipalidad para que no tengamos que pagarlas nosotros.

A seguir adelante, Federico, me parece que lo estás haciendo.

Sí. Es difícil pasar el mal trago. El tema es la incertidumbre que tenemos, y no sé si esto va a volver a pasar. Ahora, hay que reponer todos los apiarios, y no sabemos si esto volverá a ocurrir dentro de un tiempo. 

Gracias por compartir con nosotros esta triste experiencia, Federico.

Al contrario; yo les agradezco a ustedes, a Gaby y a todos los que me dieron una mano porque fue increíble la cantidad de apicultores que estuvieron ayudando. Lamento que no estemos mejor organizados para llevar adelante estas cosas porque los apicultores no estamos unidos.

Es verdad; a veces, nos unimos ante el desastre, pero deberíamos estar unidos siempre, ante lo bueno, lo regular y lo malo. Gracias, Federico. Estamos atentos ante cualquier necesidad.

Gabriel, quería comentarte que recuerdo perfectamente cuando hablaste de este tema por primera vez en público, de lo que significaban los neonicotinoides y lo que significaba la pérdida de colmenas que estábamos teniendo. Lo vivimos en Francia, y recuerdo que el slogan de APIMONDIA 2009 en Francia fue “La abeja, centinela del medio ambiente”. Estos temas son una alerta de lo que está pasando en el medio ambiente. Vos tuviste que recorrer los apiarios, y debe de haber sido horrible la experiencia.

Horrible la experiencia porque nunca interpreté la magnitud que tiene esto. Siempre me había tocado ver un colmenar o dos colmenares como máximo, pero nunca ver una zona afectada. No sé si se entendió lo que explicó Federico: es el treinta por ciento de toda su producción, y no va a salvar ninguna colmena. Por eso, le dije: “Fede, podés salvar diez colmenas. El tóxico lo tenés adentro; el trabajo que te involucra ahora es limpiar y sacar ese tóxico”.

Esa quería que fuese tu reflexión final, Gaby. Te agradezco muchísimo la participación en Infomiel.com. No podemos hacer otra cosa que difundir este problema para que las autoridades tomen aún más conciencia de lo que estamos atravesando.

Nos ponemos a disposición. Como me dijo Gaby, yo soy un productor joven que tiene mucho futuro en esto; tengo un largo camino por recorrer. Los otros tres productores, tal vez, no salieron, pero están en la misma línea. Por mi parte, quiero hacerme cargo de este problema sin buscar culpables porque no me interesa eso, pero sí quiero saber el origen, saber de qué proviene para poder prevenir esto el año que viene o de acá a quince días y que no vuelva a suceder. Estamos hablando de casi dos millones y medio de pesos por la magnitud de las colmenas y del lucro cesante.