Manejo higiénico en las colmenas (Guía)

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Manejo higiénico en las colmenas (Guía)

La limpieza y desinfección del material apícola, así como las buenas prácticas de higiene en las colmenas, es una de las medidas preventivas de enfermedades más importantes.

Por ello se deben tener presentes y aplicar una serie de buenas prácticas en las colmenas por parte del apicultor.

Prácticas Higiénicas para apicultores

Antes de instalar el Apiario

Comprobar la presencia de otros colmenares vecinos e investigar sobre su situación (cuidados, abandonados, si son apiarios de trashumancia, de polinización). Hay que tener en cuenta que el ácaro varroa así como enfermedades como loque americana llegan por deriva de zánganos o pillaje.

Si se adquieren colmenas a terceros, revisar en profundidad antes su estado sanitario. Si es posible, aconsejamos que todo el material adquirido vaya a un apiario retirado, a modo de cuarentena y esperar unas semanas antes de mezclarlo con nuestras propias colmenas.

Conocer los cultivos de alrededor, entablar buena relación con el agricultor y conocer los tratamientos fitosanitarios, momentos de aplicación y los riesgos que entrañan. Incluso tratamientos que no producen una toxicidad aguda pueden interferir en el sistema inmune provocando brotes de enfermedades virales.

En el colmenar

Mantener las colmenas fuertes, bien pobladas. Fusionar y reforzar cuando sea necesario, ya que habrá menos incidencia de enfermedades en colmenas fuertes.

No dejar tiras ni restos de tratamientos, mantener siempre el colmenar limpio.

Las tiras de tratamiento contra varroa se deben retirar de la colmena una vez finalizado.

Mantener las instalaciones limpias libres de restos de alimentos que atraigan otras plagas (hormigas, roedores, otros animales).

Respecto a la colocación de las colmenas se aconseja elevarlas del suelo. También debemos evitar el exceso de humedad y exposiciones umbrías con nieblas persistentes. No colocarlas en líneas rectas, mejor intercalar las colmenas con la vegetación, puesto que la deriva puede ser una vía de infección.

El material apícola

La limpieza y desinfección de las cajas en las que se haya producido muerte o abandono de la colonia es indispensable para el mantenimiento higiénico del colmenar.

La desinfección se realizará combinando el uso del rascado y soplete, con el empleo de desinfectantes autorizados y/ o parafinado de la colmena.

El flameado debe cubrir todas las áreas y recovecos (tostando y rebajando la madera en 0,5 mm)

Además de las paredes interiores de la colmena, es muy importante el flameado y rascado de los fondo de la colmena. Se debe realizar al menos una vez al año (normalmente a la entrada de la primavera) para el eliminar el acúmulo de detritus (restos de larvas y capullos, opérculos de cera, polen, abejas muertas…).

Por otro lado, para la conservación higiénica de todo el material apícola (espátulas, sacacuadros, etc) que va a estar en contacto con las colmenas y que sea de uso habitual conviene desinfectarlo adecuadamente después de su uso.

Existen muchos productos comerciales desinfectantes específicos para apicultura como el INOKUO Skeleton u otros. No obstante, una buena opción es llevar al colmenar un cubo con agua y un 2% de lejía para enjuagar el cepillo y rasqueta tras la manipulación de cada colmena. Este punto está especialmente indicado en el caso de la inspección de colmenas enfermas.

Preparando la solución para desinfectar el material apícola.

Con la cera

Queremos volver a destacar la importancia de la cera en la calidad de los productos apícolas, teniendo en cuenta que las celdillas son recipientes que sirven para acumular la miel o el polen y para proteger las distintas fases del desarrollo.

Es sabido que en la cera se acumulan numerosas formas de resistencia de las principales patologías apícolas y posibles residuos de tratamientos que pueden dar lugar a numerosos problemas. Es importante fomentar la incorporación de cera de sello/opérculo en la fabricación de láminas estampadas.

Conviene favorecer el recambio de manera asidua de los panales oscuros y viejos por cera estampada nueva, aprovechando para ello, los períodos en que la colonia esté preparada para estirar la lámina. Contribuye eficazmente a reducir la carga de esporas y los posibles residuos acumulados en los panales.

Aconsejamos no dejar panales en el exterior de las colmenas porque con esta acción incitamos al pillaje en el colmenar.

Cuadro apolillado. Muy importante procesar la cera sin demora para evitar entrada de polilla.

Los cuadros procedentes de colmenas muertas o abandonadas deberán ser revisados a fondo antes de introducirlos en otras colmenas, hay que asegurarse de que la muerte de la colonia no ha sido producida por algún proceso infeccioso que pueda transmitirse a través de la miel o polen que pueda quedar en la cera.

Si sospechamos de que la muerte de la colonia se ha producido por causa infecciosa (nosema, pollo escayolado, etc..) no utilizaremos esta cera para otras cajas.

En la alimentación

No elaborar pienso apícola con miel y polen de otras colmenas, ya que ambos pueden ser transmisores de enfermedades.

Se aconseja utilizar materias primas como azúcar dextrosa o fructosa, así como levadura de cerveza micronizada, harina de soja como sustitutos de los mismos.

Se deberá controlar que no haya fermentación en los piensos líquidos suministrados.

Manejo frente a la sospecha de un foco infeccioso

Al revisar un colmenar, si sospechamos de alguna posible patología, comenzaremos a abrir las cajas aparentemente sanas dejando para el final las más afectadas, marcando estas para inspeccionarlas más tarde.

Debemos limpiar bien el material de manejo de las colmenas, como anteriormente se ha indicado, para no provocar contagios innecesarios.

En el momento en que descubramos una colmena muerta en el colmenar, es conveniente cerrar la piquera hasta que nos la podamos llevar a desinfectar, para disminuir en lo posible el asalto de dicha colmena.

Si se detecta una situación sanitaria anómala, conviene tomar datos de la situación y avisar lo antes posible de lo que allí sucede al técnico o veterinario asociado la explotación.

Fuente: www.latiendadelapicultor.com