La FSMA abre a la Argentina una gran oportunidad por los precios competitivos y la gran calidad de miel.
24 julio, 2017Walter Poplawski, uno de los accionistas de la empresa Villamora con sede en Buenos Aires
15 agosto, 2017
En la actualidad, la miel orgánica representa una enorme oportunidad para los productores y exportadores argentinos. El precio de venta internacional comercializado puede alcanzar el doble del de la miel convencional.
El Ministerio de Agroindustria de la Nación, en Abril de este año, mediante la Resolución No 90/2017, estableció un reintegro del 0,5 por ciento adicional para los productos que cuenten con la condición de “orgánicos”, con el derecho de empleo del sello “Alimentos Argentinos, una Elección Natural”, o bien que tengan Denominación de Origen, o bien Indicación Geográfica.
Esta reglamentación constituye un puntapié inicial para avanzar en un sistema de trazabilidad de la miel y es un incentivo para el desarrollo de mayores centros productivos de miel orgánica que ayude a diversificar el posicionamiento de la miel argentina en el mercado internacional.
¿Qué es la producción de miel orgánica certificada?
El status de orgánico en la producción de miel está vinculado al manejo general del apiario, sanidad de las colmenas, situaciones medioambientales del área de libación y condiciones finales de extracción. El sistema de producción está basado fundamentalmente en el manejo racional de los recursos naturales y en la no utilización de productos de síntesis química.
Esta clase de productos precisa una certificación y para esto se trabaja conforme reglas oficiales de producción orgánica. Por ejemplo, se establecen distancias mínimas de 1,5 Km
de radio de los apiarios respecto a zonas de cultivos convencionales (donde se utiliza productos agroquímicos) y el tratamiento de la miel con productos de origen natural.
Las principales normas nacionales e internacionales que reglamentan la producción de miel orgánica son las siguientes:
● Ley Nacional veinticinco y ciento veintisiete y decretos normativos.
● Resolución SAGyP 423/92.
● Resolución SENASA 1286/93.2
● Resolución SENASA 270/00 (Anejo VIII)
● Resolución SENASA 451/01de miel orgánica
● Resolución SENASA 374/2016 (y anejos)
Toda producción de miel orgánica, como toda producción en general que desee ingresar en esta categoría, tiene un periodo de transición para llegar a la denominación de orgánico, ecológico o bien biológico.
El primer año de producción es de seguimiento bajo las reglas de certificación establecida. Es en el segundo año que se puede estimar si la producción es orgánica, una vez que queda
verificado el cumplimiento de las reglamentaciones.
El caso de México
México ocupa el tercer lugar entre los principales países exportadores de miel, después de China y Argentina y es uno de los países más destacados de Latinoamérica en cuanto a la
producción y comercialización de miel orgánica a granel. Actualmente, este tipo de miel se comercializa a valores superiores a los de la miel convencional, en gran parte debido a los altos valores de exportación de productos de calidad como la miel de Azahar y la de Naranjo, (Orange Blossom).
Producción de miel orgánica
La principal región productora es la Península de Yucatán. Aproximadamente el noventa por ciento de la miel orgánica que se produce en esta región es exportada a la Unión Europea. Gran parte de la producción de la zona está organizada en cooperativas, muchas de las cuales forman parte del colectivo MAOGM (colectivo en contra del uso de transgénicos).
La producción de miel orgánica de México es de alta calidad, una miel apreciada por sus propiedades, su aroma, sabor y color. Desde la miel mantecosa del Altiplano, cosechada en otoño; las mieles de azahar de primavera de Veracruz y Tamaulipas; la miel de campanita de Oaxaca, Puebla y Guerrero; hasta las aromatizadas mieles de la Península como Haabín,
Tzitzilche, Xtabentun y Tajonal, sin olvidar la miel de mangle de las distintas costas mexicanas, toda la Miel Mexicana tiene un mercado que puede ser el nacional, más primordialmente el internacional, puesto que se exporta más del sesenta por ciento de la producción del país.
Situación de la miel en Argentina
Argentina comenzó la producción de miel orgánica a fines de la década del noventa. En 1992, se iniciaron los trámites frente a la Comisión Europea para incluír al país en la lista de
equivalencia de terceros países y en el año 1996 se consiguió la inclusión oficial. Este logro provocó un incremento de las exportaciones Argentinas a la UE (Unión Europea), principal
comprador de los productos orgánicos que se generan en el país actualmente. En la década posterior, principalmente a través de las Resoluciones 270/00 y 451/01 del SENASA
(Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) se estableció un marco normativo concreto para la producción apícola.
Argentina fue el primer país Sudamericano en conseguir la equivalencia de terceros países con la UE, dicha equivalencia quiere decir que todos y cada uno de los requisitos normativos se cumplen plenamente en lo que se refiere a su implementación y control y quienes generan y venden miel con destino a la Unión Europea cuentan con el beneficio del reconocimiento directo del país de destino. Para los apicultores orgánicos argentinos es una ventaja a nivel
competitivo fundamental, sobre todo teniendo presente que el noventa y ocho por ciento de la producción de miel de Argentina se exporta. El sistema de control está establecido por medio de empresas certificadoras privadas habilitadas por el SENASA que tienen a su cargo el seguimiento y control de la cadena productiva y su comercialización.
Conforme análisis estadísticos del SENASA los países con mayor demanda de miel orgánica son principalmente Estados Unidos y la UE.
Según datos oficiales del Ministerio de Agroindustria, efectivamente se destina cerca del noventa y cinco por ciento de la producción al mercado externo. Por ende, el mercado doméstico consume un cinco por ciento, lo que en términos per cápita implica alrededor de doscientos gramos.
A su vez desde el Ministerio de Agroindustria, de la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas y el INTA, junto a diversas cooperativas y asociaciones apícolas están llevando adelante acciones para fomentar el consumo doméstico en el país. Por ejemplo se organizó a nivel nacional la “Semana de la Miel” del 14 al 20 de mayo. Así, las principales organizaciones y cooperativas apoyaron la campaña en las redes sociales, participaron de exposiciones y venta
de mieles en distintos puntos del país.