La polinización, una problemática con impacto sobre la productividad de los cultivos

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La polinización, una problemática con impacto sobre la productividad de los cultivos

Cerca del 85 % de las plantas con flores cultivadas en el planeta depende de los polinizadores para que sean fecundadas y produzcan frutos. Para alimentar una población creciente, el mejor escenario es un aumento productivo con una intensificación agrícola sustentable que fomente el establecimiento y la conservación de la biodiversidad de insectos útiles.

En los últimos cincuenta años, el mundo ha mostrado un incremento de la población de un 130 % aproximadamente. Esta tendencia es acompañada por un mayor crecimiento en la producción agrícola para proporcionar alimentos.

Si se mantiene la tendencia de crecimiento de la población, y la producción agrícola la acompaña con los métodos tradicionales (utilización de agroquímicos, desmonte de zonas boscosas e implantación de monocultivos), la biodiversidad de insectos polinizadores y otros insectos útiles continuará reduciéndose.

La polinización 

El mayor impacto de la disminución global del número y biodiversidad de abejas polinizadoras, entre las que se cuentan las abejas melíferas, es la caída en el rendimiento de muchos cultivos de interés agrícola y la pérdida de las sinergias que ocurren con la interacción de las especies.

El mejor escenario es un incremento productivo con una intensificación agrícola sustentable que fomente el establecimiento y la conservación de la biodiversidad de insectos útiles.

Desde el Programa Nacional Apícola del INTA (PROAPI), se aporta información para el manejo de técnicas para multiplicar y aumentar la disponibilidad de colmenas de abejas melíferas. De igual manera, se trabaja para aumentar la presencia y el establecimiento de las abejas silvestres.

 

Abejas silvestres 

Para lograr este objetivo, la población en general, y los productores agropecuarios en particular, deben considerar prácticas productivas que favorezcan la biodiversidad para hacer sustentable la obtención de alimentos. Esto beneficiará a la biodiversidad en su conjunto.

Algunas características anatómicas de los polinizadores silvestres las hacen más eficientes para realizar las tareas de polinización, como el mayor o menor tamaño corporal y la pilosidad; la polinización por vibración (buzz pollination); el hecho de ser polinizadores generalistas; la capacidad de vuelo con temperaturas menores; y, en muchos casos, incluso la especialización o la coevolución con algunas especies vegetales durante miles de años.

Hay algunas hipótesis o preconceptos que sostienen que el aumento del número de abejas melíferas, que, sin duda, son los polinizadores más abundantes y frecuentes en nuestro planeta, supliría las deficiencias de otros polinizadores silvestres de algunos cultivos. Esta teoría está muy lejos de ser cierta, dado que puede aumentarse el depósito de polen en las flores, pero esto no está directamente relacionado con la posterior formación de frutos.

 Qué debemos tener en cuenta

 La disminución del uso de agroquímicos insecticidas peligrosos y la interacción del apicultor con los agricultores y fruticultores es un punto importante. Trabajar juntos para elegir los biocidas menos riesgosos para las abejas y programar su aplicación para evitar las floraciones son factores que se deben tener muy en cuenta para respetar a las abejas. Una mayor biodiversidad de abejas sanas es sinónimo de una mayor producción.

El aumento de la disponibilidad de recursos florales es, sin duda, uno de los factores más importantes. A mayor biodiversidad de recursos florales, será mayor el número de insectos benéficos. Para lograr este objetivo, se deberán realizar siembras en los márgenes de los caminos y en las áreas no aptas para la agricultura en los campos.

 

 

Esto no solo incrementa la biodiversidad de insectos, sino que también favorece la salud de las abejas y la obtención de productos de las especies leñosas y herbáceas con flores cultivadas. Por otra parte, preservar espacios y áreas naturales fomenta la disponibilidad de recursos florales (monte) y de sitios de anidación para numerosas especies de abejas nativas.

Las áreas con vegetación espontánea y permanente actúan como refugios importantes para la biodiversidad, ya que ayudan a su mantenimiento y al de los servicios ecológicos asociados con ellas. El buen funcionamiento de los campos produce importantes beneficios para el hombre y no se limita a la producción de alimentos. En su conjunto, estos beneficios se conocen como “servicios ecosistémicos” e incluyen tanto a los que poseen un valor de mercado como a otros no apropiables, pero de gran valor.

Hay técnicas para la crianza de otras abejas, como los abejorros, las abejas nativas sin aguijón (ANSA), las abejas carpinteras o las Megachiles lagopodas. También existe la posibilidad de colocar nidos trampa para la instalación y el mantenimiento de poblaciones de polinizadores que se utilizan en algunos cultivos.

 Los insectos polinizadores y la producción

Las experiencias del PROAPI en la polinización de cultivos demuestran estas sinergias entre abejas melíferas, abejas nativas y abejorros. Por ejemplo, en el cultivo de la frutilla, se obtuvieron incrementos cercanos al 40 % al utilizar colmenas de abejas melíferas y de abejorros.

En nuestros ensayos, la presencia de Apis fue constante. Con tratamientos de exclusión total de polinizadores y de abejorros, hemos logrado valorar la incidencia de abejorros nativos (Bombus atratus): hay un aumento con respecto a la polinización con Apis a favor de los abejorros, además de una mayor cantidad de frutos de categoría comercial (64 % contra 53 % de Apis y 43 % del testigo sin polinización), y se incrementa en un 11,4 % el peso y en un 6,8 % el diámetro de los abejorros respecto de Apis. Si analizamos los resultados en peso promedio, la diferencia a favor del abejorro es del 37 %. Se necesitan 137 frutos del tratamiento con polinización de Apis para lograr el mismo peso que se obtiene en 100 frutos polinizados por abejorros.

 

 

En estudios sobre el cultivo del arándano, se han observado incrementos que van desde un 30 % hasta un 60 % en los rindes, comparado con el tratamiento de exclusión de la polinización. Además, hay variedades de arándano de corola estrecha que no son fácilmente accesibles para las abejas melíferas y sí lo son para los abejorros. Estos realizan una polinización vibrátil (buzz pollination), presentan una mayor pilosidad y trabajan con temperaturas bajas (a partir de los 8 °C) y menor luminosidad.

En el caso del tomate bajo cubierta, polinizado con colmenas de abejorros, se obtuvieron incrementos del 20 % al 40 % en el rendimiento y se mejoró la calidad de los productos obtenidos convencionalmente mediante la utilización de hormonas para lograr el cuaje de los frutos. Asimismo, se disminuyó el uso de biocidas para no dañar a los abejorros. De esta manera, se lograron beneficios extra en la calidad e inocuidad de los productos, se disminuyó la mano de obra y se fomentó la presencia natural de los controladores biológicos de plagas.

 

 

En el cultivo de palta, la polinización puede incrementar la producción desde un 40 % hasta un 90 %. Algo similar ocurre en el cultivo del mango.

En general, el kiwi requiere del uso de la polinización manual, pero, con la utilización de colonias de abejorros nativos (Bombus atratus), la polinización resultó ser tan eficiente como la realizada en forma manual e individual en relación con la cantidad y calidad de fruta obtenida, lo que redujo notablemente los costos de mano de obra.

Respecto del cultivo de cítricos, existe evidencia que sugiere que los polinizadores son beneficiosos. En el caso específico del limón, hay numerosos inconvenientes para establecer colmenas, como el uso intensivo de insecticidas y las aplicaciones durante la floración. Los productores temen, de manera equívoca, que las abejas propaguen enfermedades; existe temor al comportamiento defensivo de las abejas y, por ello, los agricultores pueden rechazar su presencia cerca de sus cultivos.

A pesar de la existencia de datos sobre los beneficios de la polinización para la producción frutícola y la calidad en todas las diferentes variedades de cítricos, tenemos que demostrar estos beneficios a los agricultores y trabajar con ellos para reducir el impacto de los plaguicidas usados en las fincas cítricas contra las abejas.

Cuando no hay polinizadores, el rendimiento de los cultivos puede ser 10 % menor que cuando sí los hay. En general, se desconoce o se desestima la mayor calidad y cantidad de frutas que se originan con la polinización.

La mayor parte de la producción comercial de girasol se efectúa sobre la base de híbridos, que requieren de una polinización cruzada entre líneas que producen polen y líneas sin polen. Ello se realiza en base a la intensa actividad de la entomofauna polinizadora, donde se destaca la abeja melífera, que representa cerca del 85 % de los polinizadores, y también se observan abejorros, Megachiles o abejas cortadoras de hojas, Xylocopas o abejas carpinteras y Melissodes.

En nuestro país, se han realizado numerosos trabajos referidos al comportamiento de las abejas en relación con el cultivo de girasol. Estos estudios han mostrado las variaciones que se presentan cuando se consideran las características genéticas del cultivo, la morfología del sistema floral y los distintos ecotipos de abejas respecto de la mayor o la menor atracción que ejercen las plantas sobre los insectos.

También es importante mencionar que los cultivos extensivos tan presentes en nuestro país, como la soja, arrojan incrementos en los rindes a partir de un 5 % con la presencia de polinizadores.

En la actualidad, desde el PROAPI se comenzaron trabajos de investigación con abejorros en los cultivos de pera y de manzana. En estos cultivos, se conoce muy bien el efecto de las abejas melíferas en el rinde y la calidad de los frutos obtenidos. Queda por evaluar la sinergia entre estas y los polinizadores nativos manejados, en nuestro caso Bombus atratus, que ya se conoce para el caso de otras especies de abejorros en distintos países.

 

Si nos comparamos con otros países de la región tales como el Brasil o Chile, tenemos la oportunidad de mejorar el trabajo conjunto entre la industria, los fruticultores y los apicultores para aprovechar este potencial de mejora que existe en la Argentina respecto de la polinización de cultivos.

Fuente: https://inta.gob.ar/