Buenas Prácticas, buenas empresas

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Buenas Prácticas, buenas empresas

Hace tan solo 2 años la realidad del contexto mundial presentaba un desafío. Muchas empresas temían a las medidas y protocolos implementados. Pero hubo empresas que mejoraron sus procedimientos, se adaptaron a las circunstancias y hoy, resultaron fortalecidas siendo un ejemplo para muchas otras. En esta nota les contamos el caso de Villamora, que tiene en su haber una marcada tradición apícola. Conversamos con Walter Poplawski, uno de los titulares de Villamora, quien es el encargado de haber llevado a la empresa al siguiente nivel, dándole un verdadero giro a su historia.

Walter recuerda que los orígenes de la empresa se remontan a 1958 cuando la familia de su esposa se dedicaba al acopio, homogeneizado y comercialización de miel a granel. Hace 17 años, coincidiendo con el nacimiento de una de sus hijas, comenzaron a exportar y la historia cambió para siempre, convirtiéndose en uno de los referentes del sector.
Además, al proyectarse como exportadora, ha logrado tener cada vez mayor representación en los negocios internacionales y, a través de esa representación, ha podido satisfacer las demandas e inquietudes, los precios y defender a los productores, quienes trabajan y cosechan y, en definitiva, ponen la fuerza de trabajo.

Las amplias instalaciones de Villamora se encuentran en la localidad de Alberti, provincia de Buenos Aires, desde allí recibe la miel adquirida de distintos puntos del país, a través de una extensa red de compras, como por ejemplo; Coronel Suárez, Bahía Blanca, Pigüé, Pringles, la zona de Seres, el norte de Santa Fe, Chascomús, Brandsen, La Plata y otras ciudades vecinas. Zona Norte de La Pampa, Sur de Córdoba, también la zona de Tandil, Olavarría, Azul, Balcarce y Necochea. Además de la zona de Entre Ríos, entre muchos otros productores apícolas de nuestro país.

Para Villamora es muy importante el respeto del sistema de trazabilidad vigente, desde que fue desarrollado por la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía, el Senasa y el Ministerio de Modernización, les permite simplificar procesos, desburocratizar trámites, y destacar el origen y calidad de la miel trazada ante los mercados internacionales.

Villamora se encuentra certificada por la autoridad sanitaria, SENASA y opera bajo normas HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), desarrollando el mismo sobre una base sólida de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), Procedimientos Operativos Estandarizados (POE) y Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES).
A raíz de que la producción de alimentos puede verse afectada durante el transporte, acondicionamiento, procesamiento y/o almacenamiento, la compañía Villamora ha desarrollado e implementado el Plan de Defensa Alimentaria el cual tiene como objetivo evitar la contaminación del producto de manera intencional tanto de forma externa como interna; y por otro lado, desarrolló un Plan de Seguridad Alimentaria que incluye un análisis de riesgos para abordar los peligros biológicos, químicos y físicos conocidos o razonablemente previsibles, incluidos los peligros radiológicos y los alérgenos alimentarios para cada etapa de su proceso; centrado en la contaminación no intencionada.

Completando los planes de defensa y seguridad alimentaria, también implementa medidas para evitar el Fraude Alimentario, suministrando de esta forma, a sus clientes, mieles no adulteradas. Walter Poplawski, nos amplía acerca de los procedimientos que se llevan adelante:

“Al recibir los tambores se realiza el lavado y limpieza, muestreado, el pesaje y etiquetado para, posteriormente, realizar el análisis de color en el laboratorio propio y asi conformar los lotes para exportación cumpliendo con las especificaciones de cada cliente.
Una vez armados los lotes y previo al proceso de homogeneizado, los tambores deben ser atemperados para poder extraer la miel de su interior. Dependiendo del estado de cristalización de la miel, permanecen hasta 48hs dentro de las salas de atemperado.
Finalizado el proceso de atemperado, los tambores ingresan a la sala de homogeneizado.
El personal involucrado en el proceso debe vestir el uniforme blanco indicado en el Manual de Buenas Prácticas de Manufactura y realizar el lavado cuidadoso de manos y botas en el filtro sanitario.

Los tambores son destapados y volcados sobre un plato con cuchillas de acero inoxidable que al rotar van cortando el bloque de miel. A medida que se vacían los tambores se procede al cerrado de cada uno de ellos y se colocan en el área de lavado y limpieza de tambores. Los mismos son lavados externamente con agua caliente a la espera del proceso de envasado”. – Agregó Walter Poplawski, y continúa:

“La miel es bombeada a los tanques de homogeneizado en los cuales permanece durante varias horas para lograr así la uniformidad del lote, tanto en color como en especificaciones de clientes, importante en particular si esta procede de distintas zonas. Una vez analizado y aprobado el lote, el mismo se coordina para exportación.
La empresa se encuentra habilitada por aduana para operar en planta lo que le permite recibir los contenedores vacíos y realizar el consolidado; controlando asi la totalidad de la cadena de distribución, desde la compra de miel hasta la salida del contenedor precintado de sus instalaciones, directo para exportación”.

Apicultura y protocolos COVID

La apicultura en tiempos de pandemia de COVID-19 no ha estado exenta de desafíos, pues se ha visto trastocada en todos los ámbitos de sus actividades. A pesar de lo acontecido en los últimos dos años, podemos decir que el sector ha resurgido favorecido y en gran parte se debe al respeto y cumplimiento de los protocolos.

La desinfección del material apícola ya era una tarea fundamental antes de la pandemia, puesto que los insumos apícolas (tanto las herramientas, como las colmenas, o como cualquier material que está en contacto con la colonia) pueden ser portadores de esporas u otras enfermedades para las abejas. Sanitariamente se debe desinfectar todo el material utilizado.
“En tiempos de COVID reforzamos los protocolos y respetamos al máximo las disposiciones en cuanto al lavado de todo el material, la higiene personal, etc. Particularmente, nos cercioramos de que cada productor respete las normas vigentes”, aseguró Walter Poplawski. Y destacó: Desde Villamora felicitamos y agradecemos a cada productor por ser minuciosos en las buenas prácticas apícolas, ellos son parte fundamental de nuestro éxito”