Abejas: la microbiota intestinal es la clave del olor característico que identifica a la colmena

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Abejas: la microbiota intestinal es la clave del olor característico que identifica a la colmena

Las abejas domésticas de una misma colmena se reconocen por su olor específico, en el que influye la microbiota intestinal. ¡Pobres de los intrusos que no ostenten la microbiota correcta y que, por tanto, no desprendan el olor correcto!

Como sin duda sabrá, la reina dedica su vida a poner huevos para poblar la colmena, de tal modo que las abejas viven rodeadas de sus medias hermanas. Sin embargo, a pesar de la cercanía genética de la colonia, las abejas se reconocen por su olor. Y como sugiere este estudio, el olor de la abeja, que marca su pertenencia a la colmena, podría guardar una relación directa con la microbiota intestinal que comparte con sus compañeras.

Reconocer a los suyos por su olor

El cuerpo de la abeja doméstica está cubierto de moléculas olorosas que permiten que las celadoras apostadas en la entrada de la colmena reconozcan a sus miembros y puedan expulsar a las intrusas que intenten penetrar de incógnito para robar algo de comida. Un equipo de investigadores acaba de mostrar que este olor no depende de la cercanía genética de los individuos sino de su microbiota intestinal, esto es, las bacterias, hongos y virus que colonizan su aparato digestivo. Las abejas de una misma colonia comparten varios tipos de bacterias en sus tripas, de ahí su olor común. A la inversa, las abejas de colonias externas, cuya microbiota alberga otras bacterias, desprenden un olor distinto.

Mecanismos implicados

Se han propuesto varias hipótesis para explicar esta influencia de la microbiota. La primera teoría es que ese perfume característico podría resultar del propio olor de la microbiota intestinal. Sin embargo, esta hipótesis no parece muy plausible ya que contradice estudios anteriores que mostraron la implicación de moléculas secretadas por células ubicadas debajo de la «piel» de las abejas y a las que no tienen acceso las bacterias intestinales. En cambio, la segunda hipótesis es más probable: en la abeja doméstica, la microbiota podría ejercer una influencia cuantitativa y cualitativa en la producción de moléculas olorosas, por ejemplo, suministrando (o no) los ingredientes necesarios para fabricarlas. Si bien este sistema de reconocimiento basado en el olor resulta muy útil para las abejas, también ofrece muchas ventajas para sus bacterias intestinales: al expulsar las abejas que llevan una flora digestiva diferente, la colmena también restringe la entrada de otras bacterias, lo que garantiza a los microorganismos de la microbiota una vida dulce y tranquila, sin competidores…

Fuente: www.biocodexmicrobiotainstitute.com