«Coronel Suárez, ciudad de apicultores «

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«Coronel Suárez, ciudad de apicultores «

«Entrevistamos a Tony Duckwen, para que nos cuente cómo viene la cosecha este año en el sur de la Provincia de Buenos Aires, y cuáles son los temas que hoy preocupan a los apicultores de la zona»

Continuando con la idea de Infomiel.com de tratar de monitorear la temporada 2017/2018, estamos ahora con Tony Duckwen. Tony, muy buenas tardes. Primero, quiero agradecerte la gentileza de este reportaje con Infomiel y, en segundo lugar, me gustaría preguntarte desde cuándo sos productor y en qué zona.

Mirá, soy productor, casi por casualidad, desde el año 1984. Un pariente nuestro tenía algunas colmenas y, bueno, arrancamos como lo hacen o lo hicieron muchos productores, con seis colmenas, y nos fuimos agrandando de a poco, en la zona de Coronel Suárez. Te voy a dar un dato importante: es el lugar donde más productores hay por la cantidad de Renapa.

Es verdad. Yo diría que es el lugar donde se han mantenido más cantidad de productores. Indudablemente, son gladiadores en esta apicultura que estamos viviendo

Bueno, no sé si podría hacer alarde sobre los alemanes del Volga, pero la mayoría de los productores pertenecen a la colonia alemana, y yo soy de Coronel Suárez también. Es una zona donde hay muchos productores de cantidad de colmenas, a pesar de que se han reducido

Ahí me das pie para una pregunta que se desprende de esta primera respuesta tuya. En el inicio, dijiste “productor casi por casualidad”, pero hablaste del año 1984, y ya no es casual mantenerse más de tres décadas en esta actividad. La segunda parte de la pregunta es la siguiente: ¿cuál es el motivo por el que muchos productores han debido reducir la cantidad de sus colmenas?

En primer lugar, mantenerse a través de la apicultura, que, como toda producción a cielo abierto, es muy incierta, depende de tu trabajo y de la prolijidad que tengas para manejar todo, pero también depende mucho del factor climático. Hay años que son buenos y muy sencillos para mantenerse, pero hay otros en que hay que ser muy prolijo con los números para poder subsistir en el tiempo. De otra manera, ahí comienzan las deficiencias, y muchos productores se abandonan por el escaso rendimiento que tienen las colmenas. Ese es el tema principal, ¿no?

En estas tres décadas de productor, indudablemente hay que hacer un promedio. ¿Cuál considerás el promedio para saber si la actividad continúa siendo sustentable: cinco años, siete años? Porque, a veces, aparecen un par de años malos seguidos y, realmente, desde el punto de vista económico, al productor se le complica.

Para los promedios, siempre tomamos grupos de cambio rural, pero de los de antes, con un muy buen asesor que era el ingeniero Javier Roth, que sigue siendo muy buen amigo, y él siempre decía que los promedios son cada cinco años. Asimismo, hay que tener un buen análisis económico, hay que anotar todos los gastos, no pueden existir deficiencias si se quiere lograr el mejor manejo de la economía, como si fuera una mini empresa. Si no, es muy difícil poder manejarla porque depende enteramente del clima, que es un factor fundamental, ¿no?

Sin duda. Entonces, metámonos de lleno, si te parece, Tony, en la temporada 2017/2018, desde que arrancó hasta el momento de hoy en día. ¿Cómo viene?

Mirá, en general en esta zona se hace mucha trashumancia; se viaja mucho a La Pampa, al sur de la provincia de Buenos Aires (lo que es la zona de Bahía Blanca, Algarrobo, Médanos); se viaja también más al sur. La primavera fue realmente muy buena: las colmenas pronosticaban una buena temporada, y los campos venían respondiendo bien. Pero, a partir de noviembre, terminaron las lluvias, empezaron las sequías, y ahora se sectorizaron mucho los lugares de producción de miel. Por ejemplo, en la zona de Coronel Suárez y Florencia, la sequía es muy importante y se está calculando un promedio entre quince y veinte kilogramos, con mucha suerte. Después, debemos considerar el lugar en el que está el botón de oro, el famoso botón de oro que resiste mucho la sequía y da buena miel. Esa zona está dando un buen almíbar. Yo te nombro casos puntuales, pero, en general, va a ser una cosecha magra, bastante flaca.

Indudablemente, Tony, hablar de un promedio entre quince y veinte kilogramos en una zona amplia es estar en una línea de flotación muy complicada. Lo que quiero saber es si se cubren los costos.

No. Actualmente, con el precio que tiene la miel, el apicultor debe tener un rinde no menor de treinta kilogramos para continuar sobreviviendo. Recién a partir de los cuarenta kilogramos, vas a ir para arriba. Como vos decís, estar en la línea de flotación. Con menos de veinte kilogramos, ya prácticamente se pierde rentabilidad.

Quedaría hacia adelante el punto de vista temporada/ floración. ¿Qué es lo que puede llegar a acomodar un poco el carro o la carga sobre el carro?

Lo que todos esperamos de esta zona es la famosa flor amarilla. Si comienza a llover ahora, hacia mediados de febrero, y hasta fin de febrero en la zona del sur de Bahía Blanca y en toda la zona de La Pampa hasta la ruta 35, aparece la flor amarilla. Sin embargo, la flor amarilla es muy inestable; a veces, la flor está espectacular y no da miel porque son muchos los factores que se combinan: la humedad, la temperatura ambiente, el clima, que debe ser muy particular para que haya un buen flujo de néctar. Ahora, todos están esperanzados con eso, pero, como te digo, realmente el panorama no es bueno, y los productores están sintiendo esto, y el productor chico más que los grandes, que tienen una economía un poco más sólida. Lo que sí notamos en este momento es que ya no se ven productores jóvenes que se inician; solamente quedamos nosotros, los más viejos, y son muy pocos los que comienzan porque, como ven que los grandes hacen un sacrificio y no rinde, no es lo que esperan. Por lo tanto, tampoco hay una iniciación de un productor joven, ¿no? Está costando mucho eso.

Aprovecho también para preguntar si esos productores que van quedando, como vos decís, los que ya tienen cierta edad, y esas empresas familiares tienen continuidad en la apicultura. Porque, en muchos casos, se ha dado que, a lo largo y a lo ancho de esta hermosa Argentina que tenemos, la misma actividad ha permitido que los productores hayan podido darles a sus hijos una educación que, a lo mejor, generaciones anteriores no han tenido desde el punto de vista económico. Y claro, esos hijos o hijas no regresan a la apicultura porque se transforman en profesionales de otra actividad. ¿Cómo lo ves en ese sentido? ¿Cómo es el caso de la gente que conocés?

Es tal como vos lo dijiste. Lo que era antes una empresa familiar ahora ya no lo es más; los hijos —también en mi caso sucedió, ya que tengo dos hijos varones— se fueron a estudiar. En un principio, me ayudaron, pero vieron el sacrificio que significa y todo eso, y se fueron para otro lado. Y veo esta falta de continuidad familiar en todos mis amigos y en todos los productores. Realmente, te diría que apenas un cinco por ciento continúa la apicultura; el resto no la sigue. Cuando nos juntamos en las reuniones, cuando nos juntamos a conversar, vemos que el futuro es muy incierto en la producción apícola. Ha bajado considerablemente la cantidad de colmenas; los que tenían entre ciento cincuenta y trescientas cincuenta colmenas realmente han ido desapareciendo. Los que quedan son los que tienen entre mil, mil quinientas, dos mil colmenas. Los productores chicos tenían que dedicarse a otros trabajos para invertir en la miel. Entonces dijeron “no, para qué vamos a seguir con esto si realmente está tan difícil”. Y toda esta cuestión que se viene sobre las salas de extracción, que me parece muy bien, pero hemos dejado mucho tiempo de lado toda la parte edilicia, de la sala de extracción. Ahora, que nos están apurando un poco, vemos que el futuro es un tanto incierto. Pero las cosas son así, y hay que hacerlas; para estar en el mercado, tenemos que obedecer lo que dicta el futuro, tenemos que seguir los lineamientos del mercado porque no podemos quedarnos fuera.

Me das pie para hacerte otra pregunta. Supongo que has tratado con Pablo, tu socio, el tema de la sala de extracción y, como bien lo decís, hay que hacerlo. Pero también hay una nueva trazabilidad que se ha planteado ya a partir de este momento, que comienza con una identificación tambor por tambor y continúa, a partir de ahí, con todo lo que significa la producción y la sala de extracción. Entre ustedes dos, y con los productores que también participan en el servicio que ustedes prestan, ¿cómo lo han visto?, ¿cómo lo van monitoreando?

Veo que se va a complicar, y se va a complicar la forma. ¿Por qué? Porque me animo a decir que, solamente en nuestra zona, donde hay una gran cantidad de salas de extracción, hay un treinta por ciento de productores que tienen los papeles en condiciones. Finalmente, y me hago cargo de lo que digo, se ha dejado estar mucho, y creo también que, de parte del Gobierno, no hay un apoyo a la apicultura como tendría que haber. Acá, en Coronel Suárez, existe una agencia de desarrollo productivo que se llama Coprodeso y hoy, lamentablemente, está bastante caída. Los productores están un poco desamparados y no tienen a alguien que los ayude cuando el SENASA baja líneas. El productor produce miel; no es un erudito en computación para hacer trámites en la página de la AFIP o dejar todos los datos del banco y hacer todo para obtener el DTE, para hacer esto o aquello, para subir los tambores. No es sencillo. Tendría que haber alguien en cada lugar, una agencia de desarrollo que se ocupe un poco de eso para darle una mano al productor y simplificarle los trámites. El productor produce y trabaja. No sabe entrar en la web como le dicen. “Sí, metete que es fácil. Ingresá. Mirá, seguí los pasos”. Sí, pero para el que está en el tema; para el que no está en el tema no es así. Están poniendo todo en una misma línea y no es tan así. Yo lo veo complicado porque, con toda la trazabilidad que se quiere hacer y la sala de extracción y todo eso, no es un tema menor. Yo creo que tendría que haber un poco más de capacitación de parte del SENASA o del ente gobernante que quiere lograr todo esto. No es tan sencillo mandar un correo electrónico, seguir las instrucciones y ya está. No es tan fácil.

Se entiende perfectamente, Tony. Quiero agradecerte estos minutos para Infomiel.com. Seguramente, estaremos en contacto cuando finalice la temporada y, por supuesto, volveremos a hablar sobre este tema que acabamos de tocar en la última pregunta. Gracias, Tony, que se acomode definitivamente la temporada y que esa famosa flor amarilla, que más de una vez ha salvado al productor, esta vez también lo haga. Gracias.